miércoles, 30 de julio de 2008

La trampa

Abro los ojos, las cosas se ven borrosas. Estoy algo confundido, y a mi alrededor hay un silencio temerario. Estoy calmo, empiezo a enfocar la vista y sólo veo un pequeño farol que ilumina la oscuridad de la noche.
No puedo respirar, temo lo peor. Asi y todo, estoy calmado, con mucha paz por dentro. El sonido empieza a escucharse de a poco, como si alguien subiera el volumen. Ya puedo respirar y me levanto.

El frío me adormece la cara, cubierta de sangre. Veo lo que pasó, y poco entiendo. Trato de caminar, pero me veo forzado a caer. Mi cuerpo pesa demasiado, todo da vueltas muy rapido. Me hago las preguntas de rutina, pero no logro respondermelas, me recuesto. La paz vuelve con el silencio y la poca nitidez de las cosas. Simplemente me dejo ir.