jueves, 7 de febrero de 2008

¿Quién sos?

Me levanté de suerte y mi día fue estupendo. De esos memorables quizás. Es raro, pero recuerdo haberle dicho a un amigo, que el acervo popular suele ser el más sabio. Al volver a casa y darme cuenta de mi felicidad, simplemente sonreí, una vez más dándole paso y sacándome el sombrero por la ironía. Esa sensación tan extraña que a veces reconforta y otras veces te pierde en la nada.

"Poco es tanto, cuando poco necesitas". Qué cierto

miércoles, 6 de febrero de 2008

La sonrisa perfecta.

El vapor nubla mi aire y quita la visibilidad de las cosas. Poco importa mientras el calor recorre mi cuerpo, como una gran manta de seda. Estabas ahí, desnuda y vulnerable.
Contemplo tus hombros, admiro cada gota de agua que se desliza por tu piel. El silencio se hace cómplice insospechado, de nuestro ritual de amor y ya te siento mía.

Estudio cada respiración, y confundo mis besos en tu aliento. En la humedad de tu lengua, oigo balbucear palabras de amor. Eres mía, al igual que tu piel, tus ojos negros, tu pequeña boca.
Me invade un letargo, y me encuentro prisionero de tus brazos. Despierto, y estás ahí. Observándome, radiante, única, bella.

Por momentos logro dejar mi presente de lado, dejo en blanco mi mente. Por momentos, a tu lado, juego a ser feliz. Conozco el por qué de tus lágrimas, te abrazo mientras seguimos siendo uno.
Sos la cómplice perfecta de ésta historia, la de un amor prohibido. Sin dudas llegaría el adiós, llega el fin para tu sonrisa perfecta. Llega el final para mí.
"Te digo adiós, con semillas de esperanza", te digo hasta siempre amor.